La base de este tipo de prácticas es generar un aprendizaje por análisis, de modo que permita observar más objetivamente la propia realidad. Este tipo de práctica es muy valiosa, dado que hay un elevado porcentaje de personas que aprenden por reflexión y abstracción.

Por grupos, los asistentes analizan un caso adecuado a su realidad, generando soluciones al mismo. Con ello, se potencian las posibles alternativas a realizar, se fortalece la comunicación entre los asistentes, el debate de situaciones reales, y el repaso de contenidos analizados anteriormente.